Aunque la mayor parte de las personas confundan estos términos, la realidad es que no existe mayor relación entre los cigarrillos electrónicos y el tabaco convencional, aunque a primera vista puedan parecer lo mismo. Por esta razón, dedicamos las siguientes líneas a establecer las diferencias principales entre vapear y fumar.
¿Cuáles son las diferencias entre vapear y fumar?
Un vapeador o cigarrillo electrónico no es un cigarrillo
Los vapeadores o vapers son dispositivos que pueden tener una forma similar a la de un cigarrillo convencional, liberando vapor a través del calentamiento de un líquido contenido en su interior. Este líquido posee diferentes aromas y sabores, pudiendo incluir cierto nivel de concentración de nicotina, aunque no es obligatorio pues existen líquidos sin este compuesto.
En páginas especializadas como Vapeototal se pueden encontrar cigarrillos electrónicos en diferentes tipos de modelos, incluyendo kits, MODs electrónicos, líquidos, resistencias y más, pudiendo así apreciar las diferencias reales.
El vaper no contiene tabaco
Los vapers contienen tabaco, pero sí pueden contener nicotina. En cambio, el cigarrillo convencional tiene el tabaco como componente principal, producto asociado al desarrollo de diversas enfermedades como bronquitis crónica, enfisema pulmonar, hipertensión arterial, gastritis crónica, úlceras gastrointestinales, ACV, caries y problemas en las encías, entre otros.
El vapor no es tan dañino como el humo del tabaco
El humo de tabaco posee un promedio de 700 compuestos químicos, varios de ellos considerados cancerígenos y otros causantes de diversas enfermedades. Desde hace varios años se ha demostrado con estudios que fumar tabaco es factor de riesgo para el desarrollo de cáncer. Por otro lado, el vapor del cigarrillo electrónico no parece tener el mismo potencial cancerígeno, aunque todavía se están realizando estudios al respecto.
El líquido utilizado para producir vapor en un cigarrillo electrónico tiene únicamente los siguientes componentes: glicerina vegetal, Propilenglicol, aroma y nicotina en diversas concentraciones, aunque también existen líquidos sin nicotina.
Se cree que vapear es un 95% menos perjudicial que fumar tabaco
Según investigaciones del Real Colegio de Médicos del Reino Unido, vapear resulta un 95% menos perjudicial para la salud que fumar cigarrillos convencionales. Esto se debe a que el tabaco posee varias sustancias cancerígenas que ingresan al organismo a través del humo inhalado, como es el caso del Benceno, Cadmio, Formaldehído y acetaldehído.
Abandonar el hábito de fumar
Los cigarrillos electrónicos se han convertido para muchos en parte de las terapias destinadas a abandonar el tabaquismo. Se utilizan para sustituir el cigarrillo original y eliminar el riesgo asociado a la ingesta diaria de los más de 700 compuestos químicos presentes en el humo de tabaco.
La intención es que la sustitución de tabaco por vapeo pueda conseguir una reducción en el número de personas fumadoras. Incluso, algunas sociedades médicas han llegado a solicitar a las autoridades sanitarias que el cigarrillo electrónico sea considerado como una especie de medicamento.
Por supuesto, se trataría de un instrumento para llegar a un fin, dejando también el hábito del vapeo una vez alcanzada la meta propuesta.
¿Más económico?
El vapeo también resulta más económico que fumar tabaco. Aunque requiere un desembolso inicial considerable, la realidad es que a largo plazo el gasto en líquidos para cigarrillo electrónico se reducirá y terminará siendo más barato que el tabaquismo.
