Abrir tu propio local es la forma perfecta de traducir tu pasión por la cocina en un negocio rentable. Por supuesto, no te pueden faltar ideas para el menú, ya que hoy en día la originalidad es una de las mayores ventajas de la restauración. No obstante, también tendrás que preocuparte por otros cuantos factores para ahorrarte sorpresas desagradables mientras preparas tu local. Apunta bien los consejos siguientes, ya que tendrás que considerarlos en tu plan de negocio para convencer a tus inversores (o al ayuntamiento) para que apoyen tu proyecto.
Acumular capital
Si te decimos que para emprender tu propio negocio necesitas apoyo económico, pensarás que es algo de Perogrullo, pero no podemos saltarnos este paso. Tienes que considerar los gastos potenciales y dejar un colchón que permita mantener la liquidez durante los primeros meses de actividad del restaurante. Los créditos rápidos y fáciles son un método eficaz para rellenar los posibles agujeros en el presupuesto. Al planificar los gastos, entérate también de qué subvenciones o deducciones fiscales puedes conseguir como nuevo emprendedor. Aprovecha cada ocasión para conseguir fondos extra, ya que al principio de tu actividad, cada euro será necesario para decorar el local. La primera impresión se puede causar solo una vez.
Análisis SWOT
Este acrónico está formado por cuatro valores que debes garantizar para llevar a cabo una actividad solvente. SWOT está compuesto por las fortalezas (Strength) y debilidades (Weakness) del proyecto, las oportunidades (Opportunities) y las amenazas (Threats). Las dos primeras categorías dependen de ti en mayor medida. Tu experiencia gestionando un local similar, tus habilidades y la presencia o ausencia de empleados de calidad son ejemplos de fortalezas y debilidades en el análisis SWOT. Las oportunidades y las amenazas dependen menos de ti, pero has de tenerlas en cuenta y tomar las medidas preventivas pertinentes. La posible competencia, el aumento o la disminución de los precios inmobiliarios o las tendencias actuales son algunos factores que influirán en tu restaurante desde el primer día.
Elegir el sitio
Este punto tiene dos significados. Primero, debes elegir un local ubicado en una zona concurrida para maximizar la clientela. Las zonas de oficinas, escuelas, universidades e instalaciones deportivas siempre son una buena idea si quieres escapar de los altos precios del centro. Si vas a abrir tu restaurante fuera de la ciudad, busca un lugar cerca de alguna carretera frecuentada o una estación de servicio. En las afueras de la ciudad suele haber urbanizaciones de adosados o chalés, lo cual supone una buena base de clientes potenciales y un buen sitio para un local grande que también ofrezca servicio de bodas y bautizos.
Por otro lado, el local debe encajar con tus necesidades de superficie y disposición de las salas. Ten en cuenta que tendrás que reformar el local y adaptarlo a los requisitos sanitarios, pero cuanto menores sean los cambios, más dinero podrás destinar a otros aspectos. Recuerda que, en esta situación, puede que necesites encontrar un punto medio entre tus expectativas de espacio y una ubicación atractiva.
Análisis de la competencia y perfil del restaurante
Para emprender tu negocio hace falta tener buenas ideas, pero a veces hay que adaptar los sueños a la realidad. La actividad de los locales de la competencia te permitirá determinar los precios potenciales, el menú y el grupo objetivo de clientes, algo fundamental al preparar el plan de negocio. Después de este análisis, ya tú decides si quieres llenar un hueco en el mercado local o quitarle clientes a la competencia. Durante la planificación, ten en cuenta también las últimas tendencias culinarias (p. ej. platos vegetarianos) y el grupo de clientes objetivo. El gusto de la gente depende de diversos factores como la edad, la formación o la profesión, así que reflexiona para quién ha de ser más atractivo tu restaurante. Esto también determinará las cuestiones de la decoración, el atuendo de los empleados y el ambiente del local.
