El barco que parecía que inminentemente se iba a pique, hundiéndose con el paso de los días, tras la estrepitosa derrota frente al Atlético de Madrid, la salida de Valverde y la llegada de Quique Setién, ha comenzado a salir a flote en los momentos más decisivos de la temporada.
Tras la recuperación del liderato en la liga por la derrota del Real Madrid frente al Levante y el buen resultado que sacó el conjunto blaugrana del estadio San Paolo ante el Napoli, las sensaciones en la institución catalana son muy buenas de cara a uno de los partidos más importantes del año.
La consolidación del DT
Si bien, la llegada de Quique Setién sentó positivamente desde el punto de vista futbolístico, el intento de instaurar su estilo y recuperar el tan aclamado juego de posesión no fue para nada efectivo en sus primeras tres semanas al cargo.
El ex entrenador de la UD Las Palmas y el Real Betis sufrió duros resultados que sirvieron para sacarle del liderato de liga por varias semanas, además de la derrota en San Mamés frente al Athletic de Bilbao por la Copa del Rey que se transformó en la eliminación del equipo culé de dicha competición.
Sin embargo, el temple y la perseverancia de Setién y su cuerpo técnico han empezado a dar resultados en el momento más crítico de la temporada, teniendo la imprescindible misión de mantener esta curva ascendente hasta el final de la presente temporada.
Los problemas extra deportivos han pasado a un segundo plano
El desafortunado episodio de la entrevista de Eric Abidal al diario Sport y sus polémicas declaraciones, además de la directa respuesta de Lionel Messi en su cuenta de Instagram y el escándalo desvelado por Cadena SER relacionado con Bartomeu, hacían que la situación extradeportiva del club llamara más la atención que lo hecho en el campo por sus jugadores.
De hecho, tal ha sido la magnitud de todo lo vivido en el Barca que muchísimos analistas y medios españoles empezaron a ver como posible, como si de una apuesta en LeoVegas se tratase, que Messi pudiese abandonar Barcelona en el próximo verano si algunos problemas no llegaban a resolverse.
Sin embargo, más allá de su fulgurante póker de goles ante el Eibar y la gran cantidad de pases de gol que ha dado a sus compañeros en los últimos partidos, el 10 en sus últimas declaraciones dejó muy claro que no le pasa por su cabeza salir del club, lo que ha servido para calmar las aguas en los últimos días.
Un clásico decisivo a la vista
Ahora, estando tan solo 2 puntos por delante del Real Madrid, el clásico del próximo domingo se torna como uno de los más decisivos de las últimas temporadas, pues el equipo que logre obtener los tres puntos en el Santiago Bernabéu saldrá fortalecido en la tabla de posiciones, pero también desde el punto de vista anímico.
Más allá del resultado obtenido en Champions, el andar del Real Madrid en la liga ha sido muy titubeante en las últimas semanas, con una falta de gol que ha marcado el desarrollo de los partidos y distracciones defensivas que le han costado cinco puntos de los últimos seis que han disputado.
Además, el goleador e indiscutible referente ofensivo del equipo blanco, Karim Benzema, no está en su mejor momento ofensivo actualmente, sin mencionar la más reciente lesión de Eden Hazard que lo sacará de los canchas por dos meses, aproximadamente.
De esta forma, el futuro parece sonreírle al Barcelona de cara a su futuro por liga y Champions, el momento crítico de la temporada ha empezado y ganar es lo único que le sirve a uno de los clubes más grandes del mundo.