El mundo se lee a través de imágenes. En esta era digital, aquello que ve el cliente viene a conformar un protagonismo inédito y ni siquiera equiparable con el advenimiento de la fotografía a principios del siglo XIX. Actualmente las personas son grandes consumidores de imágenes, y no resulta sorprendente debido a la gran cantidad de pantallas con las que el individuo se desenvuelve en el día a día.
Cada vez es más imperceptible el salto entre una pantalla y otra. Lo que sí que es perceptible, son los malos resultados de no saber ofrecer un contenido audiovisual de calidad.
Fascinación por las imágenes: el encuadre perfecto para el diseño web
El individuo entra en una especie de seducción llevado a cabo por una imagen. En este sentido, el diseño gráfico, desde sus inicios en las calles de Montmartre, París, en el ocaso del siglo XIX, tiene claro el papel que juega lo visual para transmitir un mensaje altamente sugestivo. De hecho, al hacer un vertiginoso balance a partir de la historia del diseño gráfico se hace evidente el valor que tienen las imágenes como medio sobre el que se sostienen las comunicaciones y la tecnología en los momentos actuales.
Por tanto, un concepto que podría ser más que acertado sobre el diseño gráfico es que es un área en el que la actividad técnica se fusiona con el conocimiento pragmático y artístico a fin de convencer a través del empleo de un lenguaje visual altamente creativo. Ejemplos sobre diseño gráfico pueden haber muchos, pero pocos le agregan valor al discurso escrito y a la propuesta de determinado sector. De hecho, robustece el mensaje al dotarlo y acompañarlo de complejidad semántica.
En la actualidad, el diseño gráfico ha evolucionado de tal manera que su rango de desempeño abarca los medios impresos pero de igual forma los digitales. Por eso existe una variedad de programas que van desde gratuitos a privados; desde sencillos hasta aquellos que requieren previa formación, pasando por esos que están disponibles en internet para lanzarse en la tarea de proponer mensajes a través de lo pictórico.
Aunque sean programas como Adobe Photoshop, Canva o Gimp, todos disponen de los elementos básicos: paletas de colores, líneas, formas básicas o fuentes para el texto, para la realización gráfica de un mensaje que en algunos casos casi se equipara con una propuesta artística.
Un mundo en código HTML: el diseño web
Otra área precedida por la palabra diseño es lo relacionado con la programación web. Este ámbito comienza a visibilizarse durante la última década del siglo XX cuando eclosiona Internet a través de las páginas web. En sus inicios, estas páginas no poseían el esquema creativo y particular que cada portal en la actualidad posee, pues eran básicas, acompañadas simplemente de texto y alguna que otra imagen, las cuales, en la gran mayoría de los casos, más que transmitir mensajes, causaban confusión o lo distorsionaban.
Bien se sabe que hoy día ocurre todo lo contrario: sitios web por completo personalizados y pensados con sumo detalle, como las páginas web de Metacom SBD.
Se trata de crear diseños con la lúcida propuesta de dotar de valor altamente comunicacional, creativo y artístico a cualquier oferta sea del sector que sea. No sorprende, pues, que algunos sitios web deslumbren por su planteamiento expresivo. Precisamente esa es una de las premisa: causar impacto con la estructura de las páginas, y eso solo es posible gracias al diseño gráfico.
Estructura mediada por unidades propias de Internet, como botones, iconos, vínculos, banners, ventanas de contenido… permiten diagramar la información de un modo amigable y de fácil lectura. Asimismo, estos elementos permiten detectar la evolución que ha tenido lugar en Internet, al pasar del HTML 1 al HTML 5, complementado con lenguajes como PHP, Javascript, XML o ASP, entre otros, que han venido a ser toda una revolución respecto de sus inicios.
La fusión perfecta: diseño gráfico y diseño web
Ambos tipos de diseño hacen posible que el usuario acceda a información de calidad y atractiva estéticamente hablando, así como de forma espontánea y expedita.
Aunque entre uno y otro los ámbitos de actuación sean distintos, es un hecho que los dos comparten, en sus elementos y, sobre todo, en sus intenciones, la máxima de crear una propuesta de calidad visual para el usuario. Por eso es que quienes tienen estas profesiones o se conjugan las dos profesiones consideran el trabajo completamente ajeno a la rutina, con suficiente libertad creativa, diverso y siempre está presente la oportunidad de aprender y aportar para el que está aprendiendo.
